Este no es solo un cambio visual: es el reflejo de cómo aplicamos en nuestra propia marca lo que proponemos a nuestros clientes todos los días. En un entorno donde el marketing y la publicidad evolucionan a velocidad vertiginosa, adaptarse no es una opción, es una necesidad.
Este rediseño es testimonio de una verdad que conocemos bien: para seguir siendo relevantes en un contexto de cambio constante, las marcas gráficas deben transformarse, captar la atención y generar recordación.